Un nuevo capítulo

No mezas el bote
Posted on 08.27.12 | by admin

La Mente es como el agua, que puede ayudar al barco a flotar o puede hundirlo. Cuando tenemos la capacidad de generar los pensamientos que deseamos, podemos crear la vida que anhelamos. Cuando carecemos del dominio sobre nuestra mente, nos convertimos en víctimas del funcionamiento de nuestra propia mente.

De “Sólo Usa tu Mente”

 Todos los días conduzco mi coche al trabajo por la misma calle. Dejo el ajetreo de mi hogar, mis hijos, los perros ladrando y los plantos del desayuno sin lavar y me subo a la  tranquilidad de mi automóvil. Antes escuchaba la radio camino al trabajo, pensaba que me traería energía positiva escuchar las canciones o que encontraría inspiración en la letra de alguna canción que encontrara en el aire. A medida que el trabajo se volvió más estresante, las canciones comenzaron a molestarme. Ya no me proporcionaban alegría o iluminación, en su lugar, se transformaron en ruidos dirigidos a mí.

 Para controlar el estrés, comencé a usar el tiempo que pasaba conduciendo mi automóvil para crear una lista de prioridades. Solo contaba con unos pocos minutos, por lo tanto, tenía que sacarles el máximo provecho. Tenía que pensar mucho. Recordaba la lista que había generado la noche anterior, le agregaba algunas cosas y comenzaba a buscar soluciones. El plan era que antes de sentarme, escribiría la lista corregida. Por lo general, antes de llegar a mi escritorio, las necesidades y deseos de otras personas se interponían y me alejaban de la lista que aun ni siquiera había escrito. Dejé de hacer listas corregidas y comencé a encargarme de la realidad que encontraba cuando llegaba. Pronto, el modo en que mis prioridades habían cambiado durante la noche se hacía evidente.

 Comencé a ver el viaje en la burbujita de mi coche en medio del tráfico como una desolación pacífica. Si no hacía nada durante el viaje, excepto conducir y mirar el paisaje, cuando llegaba me sentía tranquila y lista para enfrentarme al día que me esperaba con ecuanimidad. Indistintamente de los cambios que se hubieran suscitado durante la noche. Ahora, me siento en mi escritorio, observo los cambios y retomo mis actividades donde las dejé la tarde anterior.

 El negocio de la editorial es sumamente cambiante. La lista de cada estación trae nuevos autores y cada autor trae una energía nueva. No existe suficiente tiempo en un día para hacer todo lo que se puede hacer para promocionar un libro, y las expectativas siempre son muchas debido a que el trabajo es tan personal. Cuando trabajamos con las palabras de una persona, tomamos el trabajo de toda la vida de esa persona, su mensaje y su espíritu en nuestras manos. No es un trabajo que se pueda hacer a la ligera, indistintamente del tema. Debemos mantener nuestros pensamientos en orden, ser receptivos en lugar de reactivos. No es fácil permanecer en calma todo el día, indistintamente de la paz con la que haya llegado.

 En Bright Sky Press, tenemos un dicho: No mezas el bote. Cuando se lo decimos a alguien, significa, no te desesperes. Todos sabemos que desesperarse no ayuda, más allá de las circunstancias. Si estamos ocupados, si tenemos que hacer más de lo humanamente posible, si ha habido un error en la comunicación de las expectativas o si la realidad no corresponde con nuestros sueños, las aguas están picadas, la corriente corre más rápido de lo habitual. El bote está más vulnerable de lo normal.

 Pero, ¿cómo hacemos para no mecer el bote? Enfócate en el momento. Enfócate en permanecer en equilibrio y experimentar el viaje. Si nuestros pensamientos crean la vida que vivimos, tenemos que dominar nuestros pensamientos para que no salten de un lado al otro gritando “¡Hombre al agua!”, para que no ensucien las aguas que estamos tratando de navegar. Indistintamente de lo que nuestro bote enfrente, si nuestros pensamientos son claros y no son reactivos, observaremos el paisaje y con calma encontraremos la mejor acción a tomar.

 Cuando hay demasiado ruido, demasiadas canciones, demasiadas listas, estamos meciendo el bote. Si se mueve demasiado, puede llenarse de agua y hundirse. Cuando estamos tranquilos y sobre el agua, vemos pasar las cosas con claridad. Al movernos con la corriente, aunque lo hagamos rápido, podremos ver una trucha saltando entre los rápidos o el sol brillando en las escamas de un pequeño pez debajo de la superficie. Podremos estar en el centro de la vida que deseamos.

Música Zen
Posted on 08.20.12 | by admin

¡Hola a todos!

Acabo de volver de una breve visita al Monasterio Zen Vairocana  donde vi a mi amigo, el Venerable Maestro Mio Tsan. Igual que durante todas las visitas anteriores, éste fue un paso importante en mi proceso de aprendizaje y, al igual que otras visitas, ésta fue bastante emotiva. Lo atribuyo a la confluencia entre los recuerdos y el presente, o al encuentro entre el pasado y el futuro. Ustedes podrían decir que no hay pasado ni futuro, podrían decir que sólo existe el presente. Eso es verdad, pero debemos identificar el pasado y el futuro, mirarlos de frente y llamarlos por su nombre para ahuyentarlos de la conciencia. Esto fue lo que me recordaron durante mi visita. Todos tenemos un pasado, pero de él lo único que es karma es nuestra experiencia presente. Por ejemplo, puedes ofrecer honores a alguien que haya dejado el plano físico, pero no puedes contribuir con alguien en ese estado. Es imposible, es como intentar imponer tu propia experiencia sobre los demás. Por lo tanto, para mí, el proceso es parte de un aprendizaje esencial. Como dice el Maestro en todos sus escritos, debemos desprendernos. Debemos abandonar nuestras cargas y nuestros apegos. Esto puede ser difícil de hacer, incluso puede llevarnos a confusiones.

Pero, los principios del Zen se explican en el contexto de lo que no es, en lugar de lo que es. Creo que este método me explica mejor las cosas, porque puedo ver lo que tengo (como el presente) y aprender a partir de esa base. Permítanme darles un ejemplo en forma de historia a partir de un encuentro que tuve recientemente. Estaba en el consultorio de un médico que me explicaba los beneficios del sueño natural. Este médico en particular, que es un hombre muy inteligente y receptivo, me preguntó sobre cuál era mi rutina matutina. Le dije que intentaba comenzar cada día, antes de ir a trabajar, tocando la guitarra durante una hora. Soy escritor, pero la música es mi principal motivación creativa. Siendo una persona que se relaciona con las palabras, las compongo de forma muy parecida a cuando compongo música para la guitarra. Como guitarrista, busco claridad de expresión, quiero que la música respire, para que aparezca como si fuera una cosa viviente. Cada nota debe tener una historia propia. Las dos actividades son difíciles, pero en cuanto a la guitarra, tengo el desafío de ser zurdo en un mundo diestro. Mi mente no funciona como la de una persona diestra, por lo tanto, mientras mi mano izquierda es rápida y hábil, mi mano derecha no lo es. Si no toco durante dos o tres días, mi muñeca derecha cae en un sueño profundo. Esto siempre me frustraba, hasta que aprendí algo distinto del Maestro Miao Tsan.
El doctor estaba complacido por saber que yo tocaba la guitarra todas las mañanas y me dijo que la música es una de la mejores actividades para el lado derecho del cerebro.
—Activa ciertos centros del lado derecho del cerebro, de forma muy semejante a la meditación—me dijo.
Pero, si bien es cierto que utilicé la palabra “meditativo” para describir la forma en que toco la guitarra por la mañana, de ninguna manera dije que se tratara de meditación. Le respondí al doctor de la siguiente manera:
—Sí, podríamos decir que es meditativo. Durante los últimos dos años he cambiado totalmente los aspectos primarios de mi relación física con el instrumento, y esto incluye la postura de mi espalda y de las manos. Siempre toqué de una forma que muchos califican como “sin esfuerzo”, pero, en realidad, era muy esforzada porque soy zurdo pero tocaba con la mano derecha. Por lo tanto, lo que aprendí de mi maestro Zen es que para resolver un problema, no se lo debe adoptar. En otras palabras, si bien es cierto que tenía dificultades para tocar con ciertas técnicas, como la cromática, por ejemplo, la respuesta estaba en “no ser yo”. Debo “no ser” el que tiene el problema. Lo demás no cambia: sigo teniendo dos manos y diez dedos. Sigo teniendo mi capacidad creativa y una mente capaz de recibir todas las ideas que existen. Con esta nueva conciencia puedo tocar, fácilmente, de una manera que anteriormente había ignorado. Como resultado me siento más relajado y capaz que nunca.
Un momento, yo sé que ustedes están diciendo:
—¿Acaso la gente tiene estas conversaciones con su médico?
Bueno, yo la tuve. Modestamente, incluso intenté terminar con la conversación y cambiar de tema.
Le dije:
—No quiero abusar de su tiempo.
Pero, el doctor me interrumpió diciendo:
—¡Por favor! Estoy disfrutando de esta conversación. Después de todo, ambos somos músicos, así que comprendo exactamente lo que me está diciendo.
Luego agregó:
—Parece que su trabajo con el maestro es de gran utilidad. Le ruego que comparta nuestra conversación con él y luego me diga lo que él opinó.
Yo no necesitaba de la convalidación, lo único que quería era saber de qué manera podía dormir mejor. Le dije:
—Hay métodos que están a favor de la utilización de figuras musicales o visuales durante la meditación, pero el Maestro me enseño algo muy importante: que me instalara en un ambiente abierto con mi guitarra y que de esta manera lograría ir a lugares en los que nunca había estado. Luego, debía dejar de lado la guitarra… ¿Seguía pudiendo llegar a esos lugares? Era difícil. Por lo tanto, la meditación no es música y la música no es meditación. Para llegar a ser mejor persona y artista, necesito estar en calma ante cualquier situación.

En ese momento le entregué mi tarjeta del seguro médico y me dispuse a salir del consultorio. Le prometí al doctor que le enviaría uno de los libros del Maestro y espero que lo lea y lo comparta con otros.

Toda persona que ame profundamente la música puede identificarse con la constante aspiración de llegar a ser mejor. Sin embargo, el enfoque correcto sería convertirse en una mejor persona. El resto, según el dicho, llegará de forma natural.

Gracias por leer. Espero tener más oportunidades para hablar sobre la música, nuestros sueños y las maravillosas enseñanzas de nuestro amigo, el Venerable Maestro Miao Tsan.

—Lawrence Payne

Un día de cuatro estrellas
Posted on 01.17.12 | by admin

Los encuentros con ciertas personas, por ejemplo, pueden desencadenar confrontaciones. A pesar de que es fácil justificar nuestro desagrado por otra persona, la pregunta que realmente vale le pena hacer es por qué esta persona se manifiesta en nuestra realidad.

De Sólo usa esta Mente

A pesar de que me encantaría ser iluminada, tengo ciertos hábitos que me cuesta abandonar más que otros. Por ejemplo, mi rutina matinal consiste en: me despierto, dejo salir a los perros, hago té, leo historietas, Pearls Before Swine, Dilbert, Baby Blues, y mi horóscopo. ¿Cuántas estrellas se han pronosticado en mi horóscopo para hoy? Si se han pronosticado cuatro o cinco, está bien. Si se han pronosticado tres o menos, tengo que recordarme que cualquier verdad que exista en los cielos, no se encontrará en el breve horóscopo elaborado por una agencia.

Supuestamente, hoy iba a ser un día de cuatro estrellas. Pero me parece que se quemaron un par de focos en el camino. Todas las llamadas, todos los correos electrónicos estaban cargados de nuevos desafíos. Estaba viviendo en el mundo de Dilbert y tenía la sensación de no poder salir de él. Después de una discusión con una persona particularmente difícil sobre una situación sobre la cuál yo no tenía ningún tipo de control, sentí ganas de gritar: “¿Por qué me estás molestando?”. No es mi culpa. Dame un momento, devuélveme mis estrellas.

Pensando todo el tiempo en el él dijo-ella dijo de ese día, cuando llegué a casa me  pregunté nuevamente: “¿Por qué esta persona me complica tanto la vida?”. Supuestamente hoy iba a ser un día de cuatro estrellas y otra persona me lo había arruinado. Me serví un vaso de agua y se me cayó de la mano. Ni muy lleno ni muy vacío, estaba destruido en el piso de la cocina. Mal karma.

Respiré profundo y me calmé lo suficientemente para recordar que ese mal karma que hizo que rompiera el vaso, era el karma que yo misma había creado. Mi karma, mucho más que mi horóscopo, controló mi día de Dilbert.

A pesar de que no estoy completamente lista para dejar de leer mi horóscopo para siempre, el maestro me ha enseñado que las cosas no me ocurren debido a la alineación de las estrellas, o por esas personas a quienes yo les he dado la etiqueta de “difíciles”. Las cosas me ocurren porque mis pensamientos, mi mentalidad y mis hábitos mentales crean mi realidad. Mi karma. Mi karma es parte del karma colectivo de mi oficina y crea mi casilla de correos. Me pertenece solamente a mí y a ninguna otra persona de Aries en el planeta.

Dejé de preguntarme por qué esta persona me estaba causando tantos problemas y me formulé la pregunta adecuada: “ Antes que nada, ¿por qué esta persona se manifiesta en mi realidad?”.

Honestamente, no estoy muy segura. Pero me siento mejor cuando formulo la pregunta correcta. Cuando sea capaz de responderla, habré progresado. Por ahora, el mal día ya pasó. Voy a barrer el vaso roto y las estrellas van a reaparecer. 

Les presento a Larry Payne
Posted on 11.11.11 | by admin

Cuando recoges un libro, es como si tuviera un poder que va más allá de la pasividad de la tinta sobre el papel.  Emana energía, te invita a que lo leas, promete entretenimiento, educación o iluminación.  Tal como un manto de oración que encierra la intención del creador, un libro bien escrito encierra la intención de cada individuo que trabajó en él.  Primero y principal, el autor, pero también un grupo de individuos: editores, correctores, diseñadores, redactores, impresores, distribuidores, vendedores y, por último, otros lectores.  Un libro bien hecho ha sido cuidado y nutrido en cada etapa desde que abandonó la mente de su creador.  Su energía no ha hecho otra cosa que crecer.

El propósito del blog del Nuevo Capítulo es compartir mi experiencia como editora de los libros del Maestro en inglés.  Pero yo soy sólo una persona dentro de un gran equipo.  Y también nos pareció que sería una buena oportunidad para que conocieran a otros.  Lawrence Payne (Larry) trabaja con Jay en la traducción original antes de que llegue a mis manos.  Hace ya un par de años que trabajo con Larry, pero no fue sino hasta hace poco que tuve el placer de conocerlo en persona.  Los libros unen a la gente.

Les presento a Larry Payne.  Van a leer mucho de él en estas páginas.  Y tal como a mí me ha fascinado conocerlo mejor, sé que a ustedes también.

Ser mejor que “nosotros mismos”

Hola a todos.

Es un placer embarcarme en un nuevo capítulo del estudio y la exploración del Zen, para el cual me han pedido que contribuya con blogs ocasionales para la página web del Monasterio Vairocana.  Aún mayor es el honor de trabajar y aprender del venerable Maestro Miao Tsan, abad de Vairocana. A lo largo de estos últimos años, desde la publicación de Sólo usa esta Mente, he estudiado en gran medida la esencialidad de la Mente en todos los aspectos perceptibles de nuestra existencia.  Gracias al Maestro, mi amigo y profundamente dotado profesor, se han revelado las bendiciones de una vida más plena, libre al fin de los antiguos estorbos que me habían atado a una imagen gastada e improductiva de mí mismo.

Podrá sonar un tanto distante, pero en pos de transmitir la sinceridad de semejante revelación, los términos comunes de la expresión cotidiana lamentablemente no bastarían.  Les doy un ejemplo: ¿no es cierto que el hombre, que comenzó su existencia como un forrajeador prosaico, siempre ha mirado las nubes y ha deseado elevarse por encima de ellas como lo hacen las aves con tanta facilidad?  ¿No hemos acaso nosotros, la sociedad del género humano, aspirado a cosas que no podrían contarse ni ilustrarse?  ¿Por qué será que nuestras mentes son capaces de concebir realidades tan profundas y coloridas que nuestras manos jamás podrán tocarlas?

He ahí el interrogante: es inquisitivo, frágil como las últimas hojas del otoño.  Es la solitaria búsqueda de la mente interior que vive intentando alcanzar el poder de crear algo más grande que ella misma.  Sin embargo, no es la búsqueda de la Mente, el poder creativo infinito y sin forma que nos imbuye de la más grandiosa de las creaciones: una vida que exprese la verdad y la felicidad.

Sin duda, yo no soy quién para hablarles a los demás de la naturaleza de las cosas.  Sólo puedo compartir lo que he aprendido a través de los escritos de mi Maestro, el Maestro Miao Tsan.  No obstante, tengo muchas preguntas y, como es lógico, tengo varias ideas acerca de cómo encajan todas estas piezas de conocimiento.  Para aquel que tiene experiencia en la interpretación de la vida, como el Maestro, esto puede ser relativamente sencillo.  Sí, dice: es sencillo, pero nunca es fácil.  Aquí, en este lugar, una habitación llena de recuerdos y reacciones que ya no necesito, me siento como atado a  una perspectiva estrecha en particular.  Quiero saber cómo liberarme de mi conciencia constante de “mí mismo”, de modo que el universo de la Mente haga evidente la valiosa posibilidad de la vida en cada momento de mi día.

Al escribir esto, dos cosas se me vienen a la mente: en primer lugar, creo que uno debería discernir entre el esfuerzo activo de aprender y el patrón excesivo del pensamiento habitual.  En segundo lugar, quiero adoptar, como una segunda naturaleza, la idea que una vez me describió el Maestro:

“Parece que cada uno de nosotros fuera un grano de arena en el universo”, dije.  El Maestro respondió: “Sí, eres un grano de arena.  Es cierto, y es importante recordarlo.  Pero por favor, recuerda que así como eres un grano de arena en el universo, un grano de arena contiene el universo, y el universo está en tu interior.  Cuando te des cuenta de la naturaleza de la Mente, vas a ver la verdad; no hay ninguna diferencia”.  Nuestro amigo Sasha dijo: “Maestro, ¿no es como una gota de agua en el mar?  ¿No hay alguna diferencia?”. El Maestro Miao Tsan respondió: “Somos gotas de agua en el mar, pero no somos el mar.  No podemos alegar semejante inmensidad de poder, pero la Mente sí.  Debemos hacer a un lado todo lo que pensamos de nosotros mismos y dejar que la Mente nos guíe hasta la verdad”.

¿Es sólo poesía?  Sin duda las palabras son hermosas, pero son mucho más que eso.  El mensaje, tal como lo percibe este humilde estudiante, es hacer a un lado la lente polvorienta de la perspectiva personal y recibir con brazos abiertos la vista infinitamente mayor que nos ofrece la Mente.

Es posible que cada uno de ustedes ya lo haya aprendido, de modo que ofrezco este mensaje sin esperar gratitud.  Aunque sí espero que hayan disfrutado leerlo.  Hasta la próxima, les deseo paz.