La vida de la mente

La práctica de Zhao-Zhou
Posted on 08.09.12 | by admin

Le preguntaron al venerable Zhao-Zhou (Joshu) de qué manera practicaba y les respondió lo siguiente:

“Durante treinta años mi mente ha permanecido sin distracciones excepto, tal vez, cuando como o cuando me visto. La mayoría de las personas moran en su saber; yo sólo permanezco en el no saber”.

La idea de permanecer sin distracciones realmente me intriga. Algunas distracciones son obvias, nos volvemos inquietos y charlatanes en situaciones sociales. Es menos obvio cuando estamos distraídos o tenemos ansiedad interior. Pero, tal como lo indica el maestro, la clase de distracción más sutil es la que se produce cuando moramos en nuestro saber. En otras palabras, cuando nos identificamos con nuestros pensamientos. Hemos llegado a confiar tanto en que nuestros pensamientos nos dirán cómo es la realidad que ya no vemos las cosas tal como son.

¿De qué manera podemos abordar este estado de no distracción? Creo que, en primer lugar, debemos intentar calmar la mente inquieta en sí misma, de manera que dejemos de estar completamente absorbidos por nuestros pensamientos, sentimientos o sensaciones. Entonces, tendremos la posibilidad de mantener cierto grado de conciencia sobre nuestro estado interior, independientemente de la mente pensante. Ya que incluso el maestro iluminado dijo que comer y vestirse pueden constituir situaciones difíciles durante nuestra práctica, deberíamos ser verdaderamente honestos sobre dónde nos encontramos y concentrarnos en lo básico.

Como experimento, cuando termines de leer esto y estés listo para avanzar hacia la próxima página, intenta no estar distraído… Tal vez sea muy difícil navegar por la web si lo comparamos con comer en esta etapa de nuestra práctica, pero ¡no tiene  nada de malo intentarlo!

Física humana
Posted on 07.07.12 | by admin

En el campo de la física, toda acción genera una reacción. En los seres humanos, toda reacción fortalece la acción que la genera. Por lo tanto, el enojo nunca funciona bien porque, indistintamente de la manera en que se exprese o se canalice, el enojo, siempre acarreará algo indeseable. La única manera de encontrar una salida es disolviendo la reacción en su origen.

Confundido por la razón
Posted on 06.21.12 | by admin

Hay una línea no tan delgada entre el pensamiento racional y la racionalización. Hoy encuentras a pocas personas realmente racionales que apliquen el poder de la razón y la lógica para buscar el curso de acción correcto en la vida. En cambio, la mayoría de la gente abusa del don de la razón para justificar su deseo inconsciente.

Aquellos que abusan de la razón casi siempre se ven a sí mismos como racionales, teniendo poca duda de la validez de sus conclusiones, la cual está realmente impulsada por algo inconsciente. Se vuelven de tal manera confundidos por su propia mente racional porque por naturaleza los deseos entran en conflicto unos con otros (hoy puedes desear algo, pero mañana no). De hecho, es posible que encuentres repulsivo a algo que era atractivo. Se produce un flujo sin fin de justificaciones para explicar no sólo porqué deseas algo, sino también para justificarlo mañana. Probablemente esa es la razón por la que encuentras a mucha gente aparentemente inteligente llena de confusión interna, sin contacto con sus deseos y confundidos por su razonamiento o pensamiento. La complicada red de pensamiento no tiene consistencia conforme intenta burlarse a sí misma día tras día.

A la luz de esto, probablemente sea mejor si simplemente podemos reconocer nuestras emociones y deseos y dejar la justificación. Al menos entonces no te estás engañando a ti mismo sobre tu estado interno. Una vez que puedas ver con honestidad lo que esté sucediendo contigo, puedes profundizar más allá de tu propia personalidad y darte cuenta de la naturaleza de quién eres.

No creas en nada
Posted on 05.18.12 | by admin

El Buda una vez dijo:

No creas en nada, sin importar dónde lo leas, o quién lo haya dicho, sin importar si yo lo dije, a menos que esté de acuerdo con tu propia razón y tu propio sentido común.

Esta frase redirige el enfoque de la práctica espiritual de la devoción a un Ser Supremo, a un maestro, o un dogma religioso hacia la responsabilidad individual. Sin embargo, el trabajo no termina simplemente rechazando nuestras creencias actuales, debido a que aquello que debe ser renunciado no es sólo lo externo, sino más bien nuestra creencia mal puesta en el ego y su ignorancia.

Es extraordinario no creer en nada debido a que todos los seres humanos buscan refugio en algunos fenómenos e ideas, necesitamos algo en que sustentar nuestro sentido de bienestar e identidad. La mayoría de nosotros no ha trascendido el mundo de la forma, aún no ha podido mantenerse de pie por sí solo, completo y entero.

Así, mientras tanto ponemos nuestra confianza en algo y luchamos por elevarnos a nosotros mismos. Creemos en la preciosidad de la enseñanza espiritual, la sabiduría de los maestros, y el amor y bondad de otros seres humanos. Pero, ¿podemos acercarnos al estado de “creer en nada” desde donde estamos?

Debemos empezar por liberarnos a nosotros mismos del pensamiento habitual. Sólo una mente clara puede ver a la realidad tal como es, y amar incondicionalmente a la gente. Si ves a la realidad tal como es, no hay nada que creer o rechazar, porque la realidad se explica a sí misma y nunca es amenazante. No hay nada que defender o atacar porque la amenaza y el peligro sólo vienen de nuestras interpretaciones y su ausencia es la paz interna.

Finalmente, cuando te enfrentas cara a cara con la realidad, tu sabiduría interna (“razón” y “sentido común”), surgirán naturalmente para guiar tu vida.