La vida de la mente

¿Cuál es tu próximo pensamiento?
Posted on 11.19.11 | by admin

¿Sabes cuál va a ser?  ¿Es tuya la decisión?

No intentes contestar mentalmente.

Hagamos un experimento…  Fija bien tu mente, libérala de toda preocupación y espera a que aparezca la primera idea/el primer pensamiento.

¿Qué pensamiento surgió?

Es evidente que no lo pensaste de forma consciente, dado que nada más lo esperaste.  Así que, ¿de dónde vino este pensamiento?  Si no fue de ti, ¿de quién entonces?

Si la Luz de quien eres no está en la mente cotidiana, no la encontrarás en ningún otro lado porque desde el principio, nada existe.
Posted on 11.05.11 | by admin

¿Qué es entonces esta mente cotidiana?  Está en el sonido de una cafetera y de un teléfono celular. Está en el calor de tu pecho y el cosquilleo de tus codos.  Es la pantalla de la computadora y la gente que te rodea.  Es el ángel y el demonio que te hablan dentro de la cabeza.  Es la irritación que sientes en las tripas y la necesidad imperiosa de respirar.  Está en el aire que respiras y la silla sobre la que te sientas.  Es el recipiente sin forma y lo que contiene, de donde emerge todo lo que hay en tu vida.

¿Ahora sí ves la Luz de quien eres?

Nuestro verdadero valor
Posted on 10.25.11 | by admin

Una vez me dijeron que mi plan de jubilación 401K podría disminuir hasta en un 30% y que debería hacer una redistribución.  Al ver las cifras de mi informe más reciente, me da la impresión de que todas las cifras son bastante arbitrarias.

Hasta donde yo sé, que mi 401K haya disminuido en un 30% no ha repercutido en mi vida en absoluto, por lo menos hasta el momento.  El único impacto que tuvo en mí es que disparó algunas preguntas e inquietudes en mi mente.

¿Quién decide el valor de mi cuenta de jubilación al fin y al cabo?  ¿El mercado bursátil?  ¿Qué es un mercado bursátil, un edificio donde hay un montón de pantallas de computadora y gente gritando?  ¿O las empresas de inversiones y los jubilados y los inversores promedio que representan?  ¿Cómo se decidió todo eso?

Si pueden, miren en una de esas páginas de Internet o esos canales de negocios y acciones “en vivo” para ver las cifras intermitentes y el movimiento de las curvas de los precios… miren toda la línea roja, la línea verde, la línea continua, la línea de puntos y los triángulos y las flechas que apuntan aquí y allá y… Apple, Google… desfilando frente a sus narices.

Para mí, cada bache y cada salto representa los choques turbulentos de nuestro deseo y nuestro miedo colectivos (el deseo de ganar más dinero y el miedo de perder), basados en la idea de usar el dinero para ganar dinero y medir la realidad con números.  Yo no estoy en contra del dinero, la “forma” es lo que todos necesitamos ¡y para mí siempre es bienvenido en grandes cantidades!

Tal vez está bien medir el dinero con números, pero cuando empezamos a hablar de valor (más allá del sentido financiero de la palabra), allí comienzan los problemas graves.  Occidente está obsesionado con la idea de la autoestima, que para mí no es más que un valor autoasignado que mide quiénes somos.  La gente le echa la culpa de su fracaso a la baja autoestima; intenta tener éxito en la vida buscando una alta autoestima.  El Dalai Lama dijo que una de las revelaciones más sorprendentes que tuvo acerca de Occidente es que mucha gente siente un profundo odio por sí mismo.  ¿Dónde quedaron todos nuestros esfuerzos por levantar nuestra autoestima? ¿Dónde quedó nuestra autovaloración?

De veras, ¿cuál es nuestro verdadero valor?  ¿Se lo puede medir con números o en términos comparativos, descriptivos?

Todo el concepto de la autoestima o la autovaloración podría no ser más que una trampa. El habernos obsesionado con él no nos ha sido de mucha ayuda.  Para mí, nuestro verdadero valor no es nada más ni nada menos que los pensamientos que le dedicamos; no va más allá de los pensamientos.  De modo que si de verdad queremos debatir sobre la autoestima o la autovaloración, primero debemos hacernos una pregunta fundamental.

¿Cuánto vale mi pensamiento para mí?

Un momento típico de Dilbert
Posted on 10.18.11 | by admin

Una reunión en una empresa de los Estados Unidos…

Colega A: La fecha de entrega de este informe es mañana.

Colega B: Mañana tengo todo el día ocupado, no puedo cancelar las reuniones.

Colega C: Tienes el análisis que te envié la semana pasada, ¿verdad?

Colega D: Si no podemos terminar, no terminamos y listo.

Colega E: ¿Alguna vez prometimos un informe?

Colega F: No, sólo un memorándum.

Colega G: ¿A quién se le asignó redactarlo?

Colega A: …pero yo ya lo entregué esta mañana.

En primer lugar, la gente no escucha la verdad porque su mente está siempre interpretando y precipitándose a una reacción.

Colega B: ¡…Bien! Lo voy a informar como nuestro logro del mes.

Colega C: ¿Incluiste el análisis que te envié en el informe?

Colega D: Aún quedan más cosas por hacer, pero no nos alcanza el tiempo.

Colega E: ¿O sea que sí prometimos entregar un informe?

Colega F: No. Les dije que es sólo un memorándum.

Colega G: ¿Y lo escribiste?

Y la gente se apega a sus propios pensamientos sin soltarlos.

Colega A: El próximo informe se entrega en diciembre.

Colega B: …Oye, ya reservé un viaje a Europa. Va toda mi familia.

Colega C: Te voy a enviar mi análisis.

Colega D: ¿O sea que al final le vas a agregar todos los detalles a este informe?

Colega E: ¿También prometimos un informe para diciembre?

Colega F: Técnicamente no es un informe. Es una nota informativa.

Colega G: ¿Quién se va a encargar de redactarla?

Por último, sus apegos se convierten en una costumbre que produce el mismo pensamiento una y otra vez.

Y lo que más asusta es…

¡¡¡QUE ESTA ES LA MENTE QUE USAN PARA VIVIR SU VIDA!!!